sábado, abril 05, 2014

Un día soñé...

... que vivía en una democracia, donde el poder residía en el pueblo, soberano y libre de decidir su futuro.
Que el mundo iba en la dirección correcta, rumbo hacia la evolución y el avance social digno de una raza superior de un planeta como es el nuestro. Soñé que las diferencias convergían a una misma ideología con total libertad, de manera natural, sin forcejeos políticos o militares, sin corrupción, y sin manipulación de las mentes débiles, por desgracia la mayoría. Un día soñé que el destino del ser humano era prosperar, creciendo en igualdad, con dignidad, convirtiendo los sueños de las mentes avanzadas del pasado en una realidad, y un día soñé que las personas seguían sus sueños hasta el infinito, pues éstos son la "estrella polar" de la creación, y convierten el mundo en similitud perfecta.

Más aún, al despertar, me di cuenta que el conocimiento era presa del dique de la "raza" gobernante, y los sueños habían sido secuestrados por éstos, para pesadilla de los que desafortunadamente no eran insomnes. Y murió la fantasía, y con ella los arquitectos del progreso, esclavizada la voluntad.

Despierta.